La retracción (o el foco estable de) los sentidos. Mi experiencia en la transmisión de la práctica. En muchas ocasiones cuando asisto desde el toque en una postura a algún practicante, retiro mi vista de la situación. A veces por que estoy con la atención abierta hacia otros múltiples momentos que suceden en simultáneo en la sala, pero otras, decido abstraer la mirada de la situación adrede. Agudizar el oído, el toque, percibir con más profundidad la conexión que está sucediendo en ese instante en que somos dos respirando una postura. Recibir toda la información que me da el sonido del respiro del otro, abrir un canal más sutil, más hondo. Dejar que el contacto entre. Que sea puente. No es corregir, no es ajustar, no es cambiar lo que sucede, es estar ahí, acompañando, ese proceso mágico, íntimo, transformador e intransferible que es la práctica.

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